Un grupo de investigadores chinos y japoneses del sector público han reducido la presión sanguínea de ratas alimentándolas con arroz genéticamente modificado para producir moléculas de uso médico conocidas por reducir la hipertensión.
La presión arterial alta es un factor de riesgo importante para enfermedades cardíacas y derrames cerebrales. La medicación para esta afección,que consiste en inhibidores de la “enzima convertidora de la angiotensina” (ECA), a menudo viene con una larga lista de posibles efectos secundarios que incluyen tos seca, dolores de cabeza, erupciones cutáneas e insuficiencia renal.
Sin embargo, la nueva investigación, publicada en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, señaló que los inhibidores de la ECA derivados de fuentes naturales como la leche, los huevos y las verduras tienden a tener menos efectos secundarios. Con eso en mente, diseñaron una variedad de plantas de arroz para producir una gama de estos compuestos junto con algunos químicos conocidos por relajar los vasos sanguíneos.
Los investigadores extrajeron la proteína recombinante del arroz transgénico y la administraron a ratas con hipertensión. Dos horas después del tratamiento, las ratas mostraron una mejora en su presión sanguínea y después de ser alimentadas con harina hecha del arroz transgénico durante un mes, las ratas mostraron una mejora constante, con el efecto que duró una semana después de que el tratamiento se detuvo.
La investigación no encontró efectos secundarios obvios y los investigadores dicen que si esto se ampliara a un humano adulto, necesitarían solo media cucharadita al día para tratar la hipertensión.
Sin embargo, todavía hay un camino por recorrer antes de que el arroz llegue al supermercado. Los ensayos en humanos tendrían que llevarse a cabo primero, y, por supuesto, existe el debate sobre si los cultivos genéticamente modificados (GM, o transgénicos) deberían autorizarse.
Sin embargo, el uso de organismos genéticamente modificados (OGMs) para producir medicamentos no es inusual. Se utiliza una variante genéticamente modificada de la levadura usada en panadería para producir una vacuna contra la hepatitis B y una versión GM de la bacteria E. coli para producir insulina para los diabéticos. Y, de hecho, otros investigadores están buscando plantas modificadas que puedan producir los compuestos necesarios para el tratamiento del VIH y la diabetes.
[Fuente: Science Focus]
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